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viernes, 14 de marzo de 2014

El crimen fue en Granada

La muerte trágica de Lorca es un hecho que innegablemente convirtió a este poeta en un mito.
Se le considera muy merecidamente la figura más representativa de la Generación del 27, pero sin duda su fusilamiento engrandeció aún más su figura. Era un poeta muy creativo, y tanto sabía escribir un romance al más puro estilo popular, como un soneto clásico amoroso o un poema surrealista a la última vanguardia.

Hoy sin embargo, por curiosidad, he querido indagar sobre las causas de su muerte, ya que nunca me había molestado en ver realmente que se ha escrito sobre ello. ¿Por qué mataron a Lorca? Ha habido muchas investigaciones, porque este asesinato suscitó enseguida indignación. Ni siquiera los vencedores se vanagloriaron de tal crimen, más bien fue una vergüenza que, si hubiesen podido,  hubiesen borrado. 

Si leemos un poco los motivos que se barajan de su detención y posterior asesinato,  podemos concluir que hay tres hipótesis principales: sus ideales políticos, rencillas o venganzas familiares y su homosexualidad
La primera opción no parece convencer a los investigadores, ya que si bien el poeta podía tener más o menos ideas liberales como cualquier persona, no militaba en ningún partido ni mostraba especial interés por la política; además contaba con amigos falangistas, el mismísimo Primo de Rivera. Hay quienes opinan que incluso la izquierda aprovechó la coyuntura para hacer de Lorca un símbolo que les ha beneficiado mucho, cuando en realidad el poeta no les era tan afín como se ha hecho creer.
La segunda y la tercera opción cobran más fuerza; las investigaciones apuntan que sí había rivalidades y rencillas familiares, que en el caos de los primeros momentos de guerra,  fueron aprovechados en muchos pueblos para saldar cuentas.
Por úlitmo, también hay quien apunta que su condición de homosexual fue un añadido, ya que uno de los guardias que lo fusilaron hizo un comentario despectivo al respecto. Quizás fue sometido a tales torturas que obligaron a acabar matándolo,  aunque  no fuera la intención inicial. La verdad no se sabrá nunca. 
Lo cierto es que mataron a un poeta, símbolo de la cultura, el arte, la vida intelectual, amigo de sus amigos y totalmente inofensivo desde el punto de vista político. 
Muchos poetas y amigos lamentaron y escribieron en su recuerdo, como  Antonio Machado en  El crimen fue en Granada 

Se le vio, caminando entre fusiles
por una calle larga,
salir al campo frío,
aún con estrellas, de la madrugada.
Mataron a Federico
cuando la luz asomaba.
El pelotón de verdugos
no osó mirarle a la cara.
Todos cerraron los ojos;
rezaron: ¡ni Dios te salva!
Muerto cayó Federico
—sangre en la frente y plomo en las entrañas—.
... Que fue en Granada el crimen
sabed —¡pobre Granada!—, ¡en 
su Granada!...




El poeta contaba solo con 38 años... ¡de cuántas obras nos privaron! Pero su destino estaba escrito, y era trágico como en tantos de sus poemas.