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lunes, 13 de octubre de 2014

Bécquer, el primer poeta moderno.

Gustavo Adolfo Bécquer es uno de esos poetas que nunca pasan de moda. Sus famosas Rimas y leyendas son imprescindibles para el estudio de la Literatura española contemporánea. Se le considera el primer poeta moderno y su huella se puede percibir en los grandes poetas del S. XX: Rubén Darío, Juan Ramón, Unamuno, Machado, Lorca....

Bécquer mantuvo durante su corta vida una estrecha relación con su hermano, ya que quedaron huérfanos de pequeños. La vena artística estaba muy presente en la familia, pues su hermano era pintor igual que fue su padre, y gracias a esto contamos con un retrato del poeta.

Él también tenía dotes para el dibujo y para la música, pero escogió la escritura. Se ganó la vida como pudo haciendo de periodista,  publicando parte de su obra y también como censor. La verdad es que escribió bastante :Historia de los templos de España, Cartas literarias a una mujer, Cartas desde mi celda, además de las famosas Rimas y Leyendas. La pena, como pasa con otros escritores  es que pasó épocas de verdaderos  apuros económicos ya que no eran oficios muy buen remunerados.

Como poeta, Bécquer fue un romántico tardío o postromántico, y ciertamente su poesía dista mucho de la poesía sonora de Espronceda, que representa el ROMANTICISMO español  por excelencia.

Se le considera el primer poeta moderno porque hace una poesía muy distinta, nueva por su sencillez y su intimismo;va directa al corazón. No es ningún juego poético sino que es una poesía sincera, donde el poeta muestra realmente lo que siente y lo que piensa. Por esto mismo, a la mayoría de alumnos suele gustarles, porque la entienden. A mí me gusta trabajarla porque aunque sea aparentemente simple, está llena de recursos estilísticos básicos y aprenden mucho con ella. Está llena de paralelismos, metáforas, antítesis, comparaciones, etc. Y los temas fundamentales son el amor, la belleza, la muerte y la creación poética. 
Evidentemente las rimas de amor son las que más triunfan, porque en ellas refleja sentimientos sinceros y fáciles de identificar...¿Quién no ha sentido esa esperanza del enamorado que se come el mundo? Hoy la he visto, la he visto y me ha mirado...el orgullo herido o  la traición Cuando me lo contaron, sentí el frío de una hoja de acero en las entrañas. 
A mí hay muchas rimas que me gustan, quizás mi preferida sea la XLI, sobre el amor imposible:

Tú eras el huracán y yo la alta
torre que desafía su poder:
¡tenías que estrellarte o que abatirme!...
¡No pudo ser!
Tú eras el océano y yo la enhiesta
roca que firme aguarda su vaivén:
¡tenías que romperte o que arrancarme!...
¡No pudo ser!
Hermosa tú, yo altivo: acostumbrados
uno a arrollar, el otro a no ceder;
la senda estrecha, inevitable el choque...
¡No pudo ser!

Me encanta su paralelismo, las metáforas con elementos de la naturaleza, las antítesis entre ese tú y ese yo incompatibles y la exclamación retórica final que expresa la imposibilidad de ese amor. 
Bécquer no fue demasiado afortunado en sus relaciones amorosas y tuvo más de un desengaño como refleja en sus poesías. Se casó y tuvo hijos, pero el matrimonio se distanció por supuestas infidelidades y se dice que el tercer hijo no era suyo.

Los últimos años ya vive acosado por la tuberculosis y la muerte de su hermano es un duro golpe para él, que solo lo sobrevive tres meses. Sus amigos, que no lo abandonaron, decidieron publicar sus rimas como un homenaje y a petición suya antes de morir. Fue un acierto. Dicen que las últimas palabras que pronunció en su lecho de muerte fueron todo mortal...pero no todo; sus versos han conseguido la ansiada inmortalidad.