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miércoles, 8 de enero de 2014

¿Por qué no leen los jóvenes?

¿Por qué no leen los jóvenes?

Esta pregunta que yo me hago se la hacen numerosos padres y profesores. Es verdad que los tiempos cambian y que ahora hay mil trastos tecnológicos, pero el placer de leer un libro sigue siendo el mismo. Entonces, ¿Por qué no leen?

No será que en el cole no se insista, ya que existen mil planes de animación a la lectura e inventos varios ( mi último intento, la bibliopatio); tampoco será que no haya variedad de colecciones, libros ilustrados preciosos y hasta libros de olores... eso sí, caros, porque los libros son caros. Sin embargo creo que la mayoría de padres pagarían gustosos por que su hijo fuera un lector avezado y, al fin y al cabo, cualquier videojuego es más caro.
Yo creo que el problema reside en lo que conlleva el acto de leer. La lectura es un acto de introspección; cuando lees, te abstraes de todo, son momentos de soledad buscada y de silencio deseado, de ensoñación y de reflexión. Así que para leer se necesita tiempo y silencio...Y estos dos elementos son caros y hasta ... raros? Vivimos atropelladamente, los jóvenes (y no tan jóvenes) van a tope, cargados de deberes, obligaciones y extraescolares; no tienen mucho tiempo libre. Además no saben lo que es el silencio, si no está en marcha la tele lo está la música. ¿Soledad? Bueno, hoy día se trata de una soledad sui generis, ya que con las tecnologías están hiperconectados todo el santo día....así que ni eso.

Con este panorama: ¿Qué se puede hacer? Creo que el único remedio es inculcarles desde pequeños el hábito de leer dentro de su rutina, propiciar en casa que haya un momento de calma, de tranquilidad, de tele apagada, momento que se dedique a mirar y a leer libros, sea después del baño o al irse a dormir; también aconsejo que tengan un rincón de libros a su alcance, aunque sea una cesta en el suelo. Si no sabes qué regalarles, regálales un libro, es una norma que siempre he aplicado cuando han traído buenas notas, el ratoncito Pérez, Navidad...
Si de pequeños siembras en ellos el gusto por la lectura (difícil de hacer, si no lo tiene uno mismo) , esa semilla crecerá, e incluso aunque a temporadas (como nosotros mismos hacemos) dejen de lado la lectura, nunca la perderán del todo.

Y no nos engañemos, no hay nada que pueda sustituir el leer, no sólo aprendemos, reímos, lloramos, sentimos....además, leer (igual que escribir) cura, es absolutamente terapéutico. Aquí os dejo un poema de Unamuno sobre leer que lo dice todo.



Leer, leer, leer, vivir la vida
        que otros soñaron.
Leer, leer, leer, el alma olvida
        las cosas que pasaron.
  Se quedan las que quedan, las ficciones,
        las flores de la pluma,
las solas, las humanas creaciones,
        el poso de la espuma.
Leer, leer, leer; ¿seré lectura
        mañana también yo?
¿Seré mi creador, mi criatura,
        seré lo que pasó?


Miguel de Unamuno

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